Antonio Gritón

En el mes de abril me invitaron de la Universidad Metropolitana Azcapozalco a realizar en mayo un mural (1.80 x 7 metros) sobre la participación política de los jóvenes. Durante varios días estuve pensando acerca del tema del mural. Por esos días, dada la intensidad de las campañas electorales comencé a elaborar un proyecto que fuera acerca de los presidentes como asesinos. Adolfo López Mateos como asesino de Rubén Jaramillo y la dupla Díaz Ordaz – Echeverría como los asesinos de estudiantes en los 60 y 70.

Al estar investigando lo hecho por Echeverría el 10 de Junio de 1971, la emboscada a la manifestación del Jueves de Corpus, nuevamente me indigné por lo hecho por el estado mexicano: matar a jóvenes y muchachas que tenían en común pensar en una sociedad más justa y equilibrada. En uno de los carteles con que se llamaba a manifestarse contra la masacre del 10 de Junio, encontré la foto de una muchacha de apenas unos 18 años que había estado en la marcha. ¿Qué motivo tenía el Estado Mexicano para matarla? ¿Es así como el Estado Mexicano responde a la participación política de los jóvenes? ¿Matándolos?

Fue así como comenzó a surgir el planteamiento del mural para la UAM, un mural que hiciera referencia a esta despiadada actitud del Estado Mexicano a través de la frase: “Ninguna Ley Permite al Estado Mexicano Secuestrar, Torturar, matar o Inhumar Clandestinamente a Una Persona”

Desde el aspecto técnico, también quería experimentar con la utilización de telas estampadas e imágenes impresas.

Realmente me gustó mucho como quedó este mural y el trabajo realizado dió pie para continuar investigando lo ocurrido en los años 60, 70 y 80, encontrándome con que el Estado Mexicano realizó un genocidio matando y desapareciendo a poco más de 3 mil personas.